Brasil cuenta con un sistema educativo altamente descentralizado con 27 Estados y 5.600 municipios que administran las redes de escuelas estatales y municipales. Los municipios están a cargo de las escuelas del nivel de enseñanza de primera infancia y primaria, mientras que las redes de educación estatal administran las escuelas de enseñanza fundamental secundaria. Por otro lado, Brasil, presenta un sistema de financiamiento escolar inequitativo que depende en gran medida a la desigual distribución de los ingresos locales, tanto municipales como estatales, dado que las regiones más ricas tienen mayor capacidad para recaudar impuestos(¿Es desigual el financiamiento Escolar en América Latina?, BID, 2020).

Los Estados que componen la Amazonia Legal están por debajo de la media nacional del IDEB, (Índice de Desenvolvimiento de la Educación Básica en Brasil). Los índices más bajos de escolarización se dan en la región Norte del país y la población juvenil presenta altos índices de analfabetismo y rezago escolar, lo que amerita una mayor inversión a favor de esta población.

En este contexto de desigualdad económica y cultural es que las zonas más industrializadas de Brasil suelen desconocer la realidad que se vive en la región del Amazonas, mientras que en el sector poblado del Amazonas se tiene una visión de desconfianza hacia los centros urbanos. 

En el año 2017 se realizó una evaluación de resultados por medio de preguntas a estudiantes que participaron del encuentro entre escuelas de la Amazonía Legal y Sao Paulo. Como resultado se observó un incremento en la valoración y conocimiento de otras realidades junto con un mayor respeto por otras culturas. Adicionalmente se observó un aumento en la valoración de sus propias culturas y realidades.