Al igual que varios países de la región, Colombia ha experimentado un fuerte aumento en la cobertura de la educación en todos su niveles. No obstante, el sistema educativo requiere de mayores niveles de equidad en las brechas de resultados de aprendizaje, las cuales aún tienen una alta correlación con el nivel socioeconómico de sus estudiantes. Según PISA 2018, En Colombia, la condición socioeconómica de los estudiantes explica el 14% de la variación en rendimiento en lectura, cifra mayor que la media de la OCDE (12%). Según la misma prueba PISA 2018, sólo el 50% de los estudiantes alcanza el nivel 2 de competencias en lectura, lo cual está considerablemente por debajo del promedio de los países de la OCDE (77%). 

Por otra parte, la expansión de modelos flexibles como la “Escuela Nueva”, la abolición de las cuotas escolares, y las transferencias monetarias condicionadas han permitido llevar la educación a las áreas menos favorecidas y hacerla asequible. En esa línea, las prioridades del país deben poner atención a tomar medidas más contundentes para garantizar que todos los estudiantes tengan acceso a una educación de alta calidad (Educación en Colombia, OCDE 2016)

El año 2019, la Fundación GLOT llevó a cabo la implementación de un piloto del programa en un comedor de un barrio de bajos recursos de Medellín, durante los fines de semana. La muestra consideró un total de  49 estudiantes entre 4 y 12 años, que asistieron a un espacio donde se realizaron actividades de lectura guiados por la metodología TaRL con una duración de 2 horas, una vez a la semana, durante 13 semanas. 

Los resultados de este piloto detectaron una mejora en los niveles de lectura y escritura en un 18% de los participantes, encontrando una correlación de mejora entre aquellos estudiantes con mayor asistencia a las sesiones.