Intervención educativa en primera infancia

Impacto moderado, Costo muy alto, Evidencia exhaustiva

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Intervención educativa en primera infancia

Las intervenciones educativas en menores de 6 años o en la primera infancia son estrategias de intervención que buscan que los niños tengan experiencias educativas preescolares o en la sala-cuna. Esto, con el fin de prepararlos para lograr mejoras escolares y académicas, comúnmente mediante actividades complementarias en la sala-cuna o período preescolar. Muchos de los programas y estrategias de intervención estudiadas se refieren a niños con desventajas. Otras también ofrecen apoyo a los padres. La investigación aquí resumida considera programas y estrategias de intervención, ya sean generales o con múltiples componentes.

Para obtener más información sobre el impacto de los diferentes aspectos de la intervención educativa en primera infancia, consulte la Plataforma para la Primera Infancia del EEF.

¿Cuán efectiva es la intervención?

En general, la evidencia sugiere que la intervención en los primeros años y preescolar es beneficiosa. En promedio, las intervenciones en menores de 6 años tienen un impacto de progreso adicional de cinco meses y parecen ser especialmente beneficiosas para niños de familias de bajos recursos.

Una vez implementada la provisión escolar de primera infancia, los esfuerzos para mejorar la calidad de ésta, como la capacitación del personal, parecen ser más promisorios que simplemente aumentar la cantidad de horas diarias de actividad, o cambiar el entorno físico cómo la ambientación.

En la mayoría de los estudios, el impacto en los logros tiende a desaparecer con el tiempo, aunque el impacto en cuanto a la actitud hacia el colegio, tiende a ser más duradero. No hay un período de tiempo en el cual desaparece, sino un patrón de disminución en el tiempo. Por lo tanto, las intervenciones en menores de 6 años y preescolares, no son suficientes para cerrar la brecha educativa para niños con desventajas.

Evidencia en América Latina:

Existe amplia evidencia en América Latina y el Caribe sobre el impacto de las intervenciones en primera infancia en los resultados futuros de aprendizaje. La mayoría de los estudios siguen un enfoque cuantitativo y la evidencia sugiere consistentemente que la educación en los primeros años es beneficiosa. Algunos estudios analizan el impacto de este tipo de programas en las habilidades de alfabetización o de lenguaje, y muchos otros analizan el efecto de diferentes intervenciones durante los primeros años en el aprendizaje cognitivo, el desarrollo fonológico y las habilidades matemáticas, así como también en los problemas de comportamiento.

Por ejemplo, un estudio realizado en Argentina muestra que los niños que participaron en un programa de desarrollo lingüístico y cognitivo aumentaron su vocabulario y sus habilidades de escritura temprana en comparación con sus compañeros que no participaron del programa. Otro estudio realizado en México muestra que los niños de 5 años cuyos maestros participaron en prácticas de alfabetización presentaron mejor desempeño en habilidades lingüísticas que aquellos niños cuyos maestros no participaron. La calidad de las prácticas pedagógicas es esencial a la hora de implementar intervenciones en primera infancia. Un estudio mostró que la atención personalizada y afectuosa, sensible a las necesidades y características de cada niño, es importante para que los niños logren resultados positivos.

Las investigaciones en la región sugieren que el impacto de las intervenciones de primera infancia en el aprendizaje es consistentemente positivo. Por lo tanto, es importante asegurar la calidad de estos programas para generar un efecto relevante y duradero en el rendimiento académico futuro.

¿Cuán segura es la evidencia?

Existe un número de revisiones sistemáticas y meta-análisis que han revisado el impacto de la intervención educativa en menores de 6 años. Sin embargo, son predominantemente de EE.UU., donde los niños tienden a comenzar el colegio a una edad más avanzada.

¿Cuál es el costo?

Los costos son altos en tanto la relación adultos por niño en educación pre-escolar tiende a ser más alta que en las clases de la escuela. En los casos en que el gasto es realizado por las mismas familias, este tiende a ser igualmente alto. En general, los costos son estimados como muy altos.

¿Qué debería considerar?

Antes de implementar esta estrategia en su escuela o espacio educativo, considere lo siguiente:

  1. Provisión educativa en primera infancia de alta calidad es esencial así como personal bien calificado y capacitado.

  2. La provisión de alta calidad probablemente puede caracterizarse por el desarrollo de relaciones positivas entre el personal y los niños, por la participación de éstos en actividades que apoyan la pre-lectura y el desarrollo temprano de conceptos numéricos y del razonamiento no verbal.

  3. Asistir a estos programas por un largo tiempo (1 año o más) y comenzar temprano (por ejemplo, a los 3 años de edad) probablemente tendrá más impacto que sesiones más cortas y que comiencen más tardíamente, las que en promedio producen beneficios mucho menores.

  4. Los niños de entornos menos aventajados, se benefician con programas de buena calidad, especialmente cuando se produce una mezcla de niños de diferentes estratos sociales y un fuerte componente educativo.

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(*)Síntesis elaborada por SUMMA a partir de la revisión sistemática de investigaciones académicas realizadas en la región.