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´Existe una correlación entre educación y productividad´
July 12, 2017Desde su creación en 2016, el economista de la Universidad Católica y profesor afiliado de la Universidad de Cambridge (Inglaterra), Javier González, lidera SUMMA, Laboratorio de Investigación e Innovación en Educación para América Latina y el Caribe, entidad que opera bajo el alero de Fundación Chile y el Banco Interamericano de Desarrollo.
La organización se ha enfocado en investigar y recopilar prácticas educativas efectivas, las que se han plasmado en diversas publicaciones. Ayer lanzaron el Mapa de Innovaciones Educativas, una plataforma online abierta que pone a disposición 50 prácticas en este ámbito, que a diferencia de otras iniciativas, son experiencias evaluadas por terceros y con resultados positivos.
-¿Cuál es la relación entre educación de calidad y crecimiento?
-No se puede aumentar la productividad si no mejoramos la educación. Hoy, la mitad de los estudiantes que salen de cuarto medio no entienden lo que leen y cuando esto ocurre quedan al margen del desarrollo social, generando desigualdad. El FMI viene publicando desde 2012 que los países que son más desiguales tienden a crecer menos en el largo plazo.
En la medida que las personas sean capaces de comprenderlo que leen, que tengan capacidad crítica y sean creativos, podrán elaborar soluciones y ser productivos.
-¿Cómo ve el sistema educativo chileno?
-Es muy desigual, de alguna manera es un sistema de clases donde hay educación para ricos y para pobres, no es ningún secreto. En la medida que la educación reproduce la estructura de desigualdad socioeconómica, no avanzamos.
-¿Cómo está Chile en comparación con el resto de la región?
-Chile tiene un rezago de dos años en educación en comparación con el promedio de los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), y con una tasa de mejoramiento baja. Colombia y Perú, que partieron más abajo, están avanzando muy rápido. Si Perú sigue a la misma tasa, le tomará 21 años alcanzar el promedio de la OCDE, Chile ni siquiera converge en esta tasa, nos faltan muchas décadas aún. Además, el sistema educativo es segregado, es muy homogéneo al interior del colegio y muy heterogéneo entre colegios.
-¿Y qué se puede hacer para mejorarla educación pública?
-Invertir más, si bien en 13 años se más que duplicó la inversión, es insuficiente. Se invierten US$ 4.076 al año por niño, y aunque es uno de los mejores en la región, está lejos del promedio de la OCDE que es US$ 9.258. Alguien podría decir que esto responde al desarrollo económico, pero Chile respecto de su PIB per cápita, rinde menos de lo que debería, no tiene el nivel de educación esperable para su desarrollo. Deberíamos estar invirtiendo, al menos, US$ 8.000 por niño al año, que es lo que en promedio invierten los colegios particulares en el país.
-Pero Chile es considerado líder en la región.
-Chile es un líder en la región, pero hay países que con el mismo gasto consiguen mejores resultados, como Croacia. Hay que gastar más, pero mejor, y esto significa pasar de un sistema de competencia entre colegios a uno de colaboración.
Innovación en educación
-¿En qué hay que innovar?
–En las competencias del siglo XXI pensamiento crítico, creatividad, comunicación y colaboración. Mientras acá evalúan con pruebas con alternativas, en Inglaterra se piden ensayos críticos. También hay que innovar en el currículum, incorporar prácticas pedagógicas innovadoras y efectivas, y en la formación de los profesores que deben pasar de expositores a facilitadores. Sólo como ejemplo, una de las estrategias más efectivas es la retroalimentación formativa del profesora cada alumno, donde se le diga qué hizo mal, qué hizo bien y cómo puede mejorar. Cuando se hace bien, genera hasta ocho meses más de aprendizaje respecto de alumnos que no la tienen.
-¿A qué países debemos mirar?
-Todo país tiene algo que ofrecer, más que copiar un modelo, hay que ver qué se puede ir aprendiendo. El gran desafío de América Latina es la desigualdad, por ello debería mirar sistemas más inclusivos como el finlandés, donde en general no hay selección y hay participación del Estado. Pero más que mirara un país hay que mirar prácticas pedagógicas innovadoras del mundo.
-¿Esto buscan los mapas de innovación educativa?
-La plataforma busca ser una ventana al mundo de innovación educativa. Recibimos más de mil casos provenientes de distintas organizaciones que nos apoyaron. Seleccionamos los primeros 50, que abordan problemáticas y soluciones transversales, como acceso y deserción escolar, formación de profesores, calidad de la educación, formación ciudadana, reforzamiento escolar, rediseño curricular para el siglo XXI, fomento al emprendimiento en condiciones de vulnerabilidad e incorporación de tecnologías al proceso del aprendizaje.
-¿Cuáles son los retos de educar a los niños del siglo XXI?
-Es un tema complejo, es importarte formar niños con autonomía, capaces de hacerse las preguntas difíciles en lo personal y respecto de la realidad que los rodea, con esto se genera un deseo de aprender, que es muy distinto a que les entreguen las materias. Por eso las metodologías basadas en proyectos para solucionar un problema local, funcionan. En la medida que la educación es pertinente a los problemas que enfrentan los estudiantes, se hace más interesante. Y junto con ello, formar personas íntegras, que valoren la diversidad, que puedan construir en colaboración, pues la diferencia entre una máquina y nosotros, es que podemos ser empáticos.
“Chile, respecto de su PIB per cápita, rinde menos de lo que debería rendir, no tiene el nivel de educación esperable para su desarrollo”.
“No hay que mirar a otros países en su totalidad, sino prácticas educativas con evaluación positiva”.